Compendio de Transición

$8,500

Como devenir una ciudad, pueblo o comunidad en transición.

Ben Brangwyn & Rob Hopkins

 

 

96 pags. 14 x 20 cms.

 ISBN 978-987-9199-29-x

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Description

Las Iniciativas de Transición representan la manera más prometedora de implicar a la gente y a las comunidades en realizar acciones de largo alcance para mitigar los efectos del pico del petróleo y del cambio climático.

Las Iniciativas son una propuesta de sustentabilidad emergente y en evolución que está empezando a aparecer en comunidades del mundo.

Son microcosmos escalables de esperanza. Este libro aborda conceptos como resiliencia, visualización, robustez e inclusión, entre otros. A través de los doce pasos propuestos formula un Modelo de Transición esencial posible de ser adoptado y adaptado a cada ámbito y circunstancia.

En forma clara y directa este Compendio nos propone una guía de acción concreta para llevar la transición en nuestra ciudad, pueblo o comunidad.

 

 

 

 

Entrevista a Rob Hopkins, fundador del Movimiento de Transición

 

 

 

 

El Movimiento de Transición comenzó en 1996 cuando Hopkins enseñaba permacultura en el Colegio Kinsale, en Irlanda. En el 2004, propuso a sus alumnos la tarea de aplicar la permacultura para hacer frente al doble desafío del pico de petróleo y el cambio climático. Este proyecto estudiantil resultó ser el Plan de Acción Kinsale para el Descenso de Energía. Hopkins se trasladó a Totnes, Inglaterra en el 2005, fundando la primer experiencia del Movimiento: Totnes Ciudad en Transición.

Transición: pasaje de un estado a otro, período de transformación”… Rob Hopkins supo ver antes que nadie los cambios que se avecinaban. A su gentil manera, sin estridencias pero sin pausas, este espigado profesor de permacultura ha puesto en marcha una silenciosa revolución que se despliega ya por 43 países y está empezando a dar una vibrante cosecha de cambio económico, energético y social al cabo de ocho años.

Lo que empezó como Transition Towns ha acabado cuajando en la Red de Transición, un experimento de ramificaciones múltiples con 1.130 iniciativas en todo el mundo. Nada está escrito en piedra, y la única convicción que une a los ‘transicionistas’ es ésta: “Si esperamos a que actúen los Gobiernos, será demasiado tarde. Si tomamos la iniciativa en solitario, será demasiado poco. Pero si actuamos comunitariamente, posiblemente será suficiente y a tiempo”.

Digamos que Hopkins oteó la crisis en los tiempos de las vacas gordas. Y aunque los primeros reclamos del movimiento de Transición fueron el cambio climático y el ‘pico’ del petróleo, el mensaje ha evolucionado ahora hacia la “regeneración económica”, empezando por lo que tenemos más cerca.

“El sistema con el que funcionamos se encuentra en un callejón sin salida”, sostiene Hopkins. “Y el problema es que no tenemos ninguna alternativa válida sobre la mesa. En el movimiento de Transición estamos intentando crearla con un abanico de acciones: planes de descenso de consumo energético, cooperativas de energía solar, proyectos de agricultura urbana, apoyo a las economías locales, monedas complementarias. No tenemos todas las soluciones, pero al menos las estamos buscando”.

En Gran Bretaña, el “experimento” sigue creciendo por días. Tan sólo en Londres hay más de 50 grupos conectando los grandes barrios y promoviendo iniciativas de autonomía alimentaria, movilidad urbana o dinero local, como la emblemática ‘libra de Brixton’.

En el 2012, Bristol dio un tremendo impulso al movimiento de las monedas sociales con la adopción de la nueva divisa electrónica y complementaria en una ciudad de medio millón de habitantes.

“Experimentamos haciendo: no esperamos a que nadie nos dé permiso”, advierte Ben Brangwyn, cofundador del movimiento. “No tenemos una receta mágica para el cambio, y hemos comprobado que la misma fórmula no sirve en todas las partes del mundo. Pero la red se está propagando cada vez más rápido. Del intercambio de experiencias está surgiendo un poder transformador que antes no teníamos”.

Totnes, por cierto, es un pueblo bucólico pero no ‘utópico’ de poco más de 7.000 almas en la campiña de Devon. “Todavía hay coches por las calles y no tenemos a las cabras pastando en los tejados verdes”, bromea Frances Northrop, al frente del grupo local de Transición. “Los cambios son lentos, pero el proceso está en marcha y hemos implicado a las autoridades locales. Las placas solares empiezan a ser ubicuas y el plan de descenso de consumo energético se consumará en 2030. Con Transition Streets hemos embarcado en el cambio a gran parte de la población, calle a calle, casa a casa. Y ahora contamos con el impulso de los comercios locales, que son el auténtico motor de nuestra economía”.

En el terreno de la energía, Totnes marcó la pauta en el 2003 con el primer Plan de Descenso Energético del Reino Unido, con la mirada puesta en el 2030.

Una mirada limpia, desde lo alto del castillo normando desde el que se domina el pueblo, bastará para constatar el destello de las placas fotovoltaicas en los tejados. Más de 65 grupos de transición -con 550 hogares implicados- se han abonado al cambio, con un ahorro en la factura de la luz y con una reducción media de 1,3 toneladas de CO2.

La alimentación, tan ligada al pasado y al futuro de esta ciudad-mercado, es sin duda el campo más fructífero. La iniciativa Food Link pone en contacto directo a los productores con los consumidores. Gardenshare ha creado una red de huertos compartidos. Food Hub intenta dar respuesta a problemas como los excedentes alimentarios. Las Seeding Sisters son las animadoras de la agricutura urbana y el grupo local de Incredible Edible, cultivando a discreción en todos los espacios públicos, ha echado raíces en apenas dos años.

“Necesitamos una nueva economía que funcione para la gente y para el planeta”, retoma el hilo Rob Hopkins, artífice de la nueva cultura de la transición.

“Empezamos como una respuesta directa al cambio climático y al pico del petróleo, pero el mensaje se ha ido enriqueciendo y afecta ahora a todo eso que llamamos ‘resiliencia’ desde lo local… Cómo reconstruir las economías, cómo respaldar a los emprendedores y crear empleo, cómo aspirar a una mayor igualdad”.

Pero puestos a indagar en lo que moviliza a la gente, más allá de los mensajes de urgencia ecológica o de regeneración económica, la respuesta es así simple: la necesidad de conectar. “Es algo que hemos podido comprobar en todas las partes del mundo”, admite Hopkins. “La gente quiere conocer a sus vecinos, sentirse parte de algo, compartir inquietudes y vislumbrar soluciones”.

“Aunque los cambios más profundos requieren tiempo y paciencia”, advierte Hopkins. Sin embargo del riesgo de tomarse la Transición como un acto de fe: “Cuando empezamos acuñamos los doce pasos, pero ahora hemos dejado atrás esa aproximación porque era demasiado rígida y había quienes lo interpretaban como si fueran los doce mandamientos. No hay siquiera una guía, en todo caso un ‘Compañero de Transición’, y así es como hemos titulado el libro que recoge las experiencias en todo el mundo”.

Sin salir de Totnes más que ocasionalmente en tren o en barco (se resiste en tomar el avión por no aumentar su huella ecológica), Hopkins nos sorprende con un nuevo libro -”The Power of Just Doing Something” inspirado en una idea así de simple: cómo la acción local puede cambiar el mundo.

“Los pequeños cambios en nuestro radio de acción pueden acabar cuajando en algo grande y extrordinario”, advierte el cofundador de la auténtica Transición, que se despide con una llamada al idealismo práctico: “La visión de otro mundo posible y mejor es totalmente necesaria. Es algo que te pones delante de los ojos y hacia lo que avanzas paso a paso, aunque por momentos pueda parecer imposible”.

El libro “Compendio de Transición” de Ben Brangwyn & Rob Hopkins, aborda conceptos como resiliencia, visualización, robustez e inclusión, entre otros. A través de los doce pasos propuestos formula un Modelo de Transición esencial posible de ser adoptado y adaptado a cada ámbito y circunstancia.

En forma clara y directa el Compendio nos propone una guía de acción concreta para llevar la transición en nuestra ciudad, pueblo o comunidad.